Hoy os traemos el segundo artículo escrito por nuestra alumna viajera. Nuria Borda nos cuenta la segunda parte de su viaje para aprender inglés en Nueva Zelanda.
Por si os habéis perdido el primer articulo lo tenéis aquí
Cuando decides estudiar inglés en Nueva Zelanda 1
En el artículo anterior ya os comenté algo de Auckland y de la escuela, en este os voy a contar un poco de mi experiencia personal.
La familia
Como ya os he comentado los neozelandeses son muy amigables y abiertos, tanta mezcla de culturas los ha convertido en población mixta, por lo que no es extraño encontrarte parejas de diferentes culturas, como mi familia de acogida.
Ellos son Lynley y Hong, solo puedo darles las gracias por lo bien que se portaron conmigo, una pareja estupenda y muy agradable.

Estaban muy acostumbrados a tener estudiantes en su casa, lo que ayudaba bastante, sobre todo los primeros días.
Como en toda familia hay unas normas a seguir, y eso que yo ya tenía “mis añitos”, pero tampoco eran muy estrictos con sus estudiantes, eso sí, siempre teníamos que avisar si íbamos a llegar tarde o si no íbamos a cenar, esa era la norma principal, bastante entendible, al fin y al cabo, estás bajo su responsabilidad.
Mi habitación era bastante amplia y bonita, con todo lo necesario para estudiar e incluso una televisión, pero generalmente veíamos los programas de la tele todos juntos después de cenar, les encantaba ”Got Talent” 😊.
La única pega era la ubicación de la vivienda, para llegar al centro de Auckland tenía que coger un autobús, con una ruta de casi una hora y el horario era muy poco exacto, por lo que a veces tenía que esperar bastante tiempo, pero era un inconveniente menor.
Mis amigos
Tal y como ya os comenté es fácil hacer amigos en la escuela y yo tuve mucha suerte, pero una de las personas con las que más tiempo pasé y con la que todavía tengo contacto es Eri Takashima, nos conocimos el primer día de clase y quedábamos los sábados para visitar Auckland, nuestras conversaciones en inglés eran muy divertidas, me temo que al principio nos entendíamos mejor por gestos 😊, uno de nuestros paseos favoritos era acercarnos a la playa de Mission Bay Beach, era la más cercana al centro de Auckland y con fácil acceso en autobús.

En esta mala foto estamos las dos con el kiwi (así se llama a los habitantes de New Zealand, no confundir con el animal jeje) que se nos coló en la foto.
Celebrando mi cumpleaños multicultural
Como podéis ver no todo era estudiar también intentábamos divertirnos y os puedo decir que lo conseguíamos 😊

Mis viajes
Pero si por algo es conocida New Zealand es como destino turístico, con una naturaleza impresionante y ya que estaba aquí, como no visitar las dos islas.
Isla Norte
Algunas veces viajaba sola, cogía un ferry y visitaba las islas cercanas, pero la cosa se complicaba cuando los viajes eran en grupo.
Os recuerdo un par de cosas sobre el permiso de circulación cuando viajas a países fuera de la UE. Puedes conducir o alquilar coches con tu carnet siempre que tengas una traducción al inglés, durante un año, aunque personalmente os animo a sacaros el permiso internacional que en el fondo es una libreta con vuestros datos y permisos traducidos a diferentes idiomas, lo podéis hacer en la DGT, previo pago de tasas. Esto es lo que hice yo y sinceramente es mucho más cómodo, luego en el país en cuestión es requisito fundamental si no queréis que os multen de llevarlo junto al pasaporte y el carnet de conducir español. Y otra comprobar bien las normas de circulación del país en cuestión.
Un fin de semana algunos de los amigos del “pub conversation” decidimos alquilar una furgoneta para hacernos un viaje de fin de semana, solo yo tenía el permiso internacional así que me toco ser la chofer, la parte burocrática fue fácil además mi anfitriona vino conmigo, lo realmente difícil estuvo al montarme y ver que todo estaba al revés, bueno todo menos los pedales que son como los coches con el volante a la izquierda. Al principio te haces un poco de lío, pero con mucha atención te acostumbras rápido, solo sigue a los demás conductores, sobre todo en las rotondas.
Con mis compis y la furgo, mientras hacia la foto Christel sujetaba mis muletas.

En este viaje visitamos Huka Falls, con su agua de un color que no se describir (mejor os pongo una foto) y un ruido que escuchas bastante antes de llegar
Esta agua llega al lago Taupo, el más grande de Nueva Zelanda
Y como colofón al viaje terminamos visitando el parque geotermal de Wai-O-Tapu
Con sus piscinas de agua hirviendo, sus cráteres como el “Inferno Crater” o “Devil House” que parecen la bajada al infierno o ese lodo burbujeante que invita a pasar deprisa.






Isla Sur
La última semana la dedique en exclusiva a viajar por la isla sur, en este viaje me acompaño Christel, una amiga francesa también de la escuela, los billetes de avión entre islas no son muy caros y la duración es una hora y media más o menos desde Auckland a Christchurch. Alquilamos un coche, esta vez automático y nos dirigimos a la ciudad.
Christchurch
En febrero de 2011 sufrió un gran terremoto que destruyo una parte importante de la ciudad y aunque ya había pasado un año cuando nosotras llegamos, todavía se podía ver los edificios derruidos, los socavones y agujeros en algunas calles fue muy impactante y triste. Aunque no por ello dejamos de darnos un bonito paseo por sus calles y visitamos su jardín botánico con diferentes zonas donde contemplar desde 250 clases de rosas distintas, hasta cactus u orquídeas tropicales, os aseguro que merece la pena y encima es gratuito.
Como no teníamos ningún plan trazado salvo algunas indicaciones que mi anfitriona nos había dado para visitar, dormíamos en hostels que encontrábamos en la carretera, aunque suelen estar cerca de pueblos mas o menos importantes, suelen ser baratos y limpios que para dormir y ducharte nos bastaba.
Oamaru
Nuestra siguiente parada Oamaru, es un pueblo de unos 9000 habitantes con edificios patrimoniales muy bien conservados, bonitos jardines públicos y un puerto donde puedes ver pequeños pingüinos sobre todo al atardecer.
Siguiendo la carretera hacia Dunedin es visita obligada parar para ver los Moeraki boulders o cantos rodados, son unas grandes rocas redondas que aparecen esparcidas por la playa, pero te puedo asegurar que no te dejan indiferente.


Dunedin
Es una de las ciudades mas grandes de la isla sur y la ciudad universitaria, sorprende porque sus edificios son muy europeos, como la estación de tren o Railway Station o la catedral de San Pablo (mis fotos salieron un poco borrosas, pero si queréis comprobarlo solo tenéis que buscar en Google).
Desde la Plaza Octogon salen las principales calles para poder visitar, los edificios históricos, la catedral, los museos, las tiendas, los bares y restaurantes.
Nosotras estuvimos descansando en un bonito bar mientras observábamos el movimiento de la ciudad.
Alexandra y Cromwell
Nuestro objetivo era llegar a Queenstown por lo que cogimos la estatal 8 que nos adentraba hacia el centro de la isla.
Tanto Alexandra como Cromwell fueron fundadas por buscadores de oro y si quieres trasladarte a una película del viejo oeste hay que visitar «Old Cromwell Town», que no os equivoque la palabra “town”, realmente es una calle, aunque muy visitada por turistas. Es verdad que en las fotos no lo parece, jeje.


Queenstown
Paralelo a la carretera estatal 6 corre el rio Kawarau, tuvimos que parar a hacer alguna foto, no tanto por su anchura sino por el color de sus aguas, ninguna sabíamos que el puente que cruza este rio a pocos kilómetros de nuestro destino es donde se supone se practicó por primera vez puénting, por eso nos extraño tanto ver a la gente haciendo cola para tirarse.

Si se piensa bien tiene su lógica pues Queenstown es el lugar idóneo para todos los deportes de aventura, aunque el riesgo que yo asumí fue subir en el “Skyline Góndola”, con una subida de 450 metros siendo la más pronunciada del mundo, mientras vas viendo la ciudad, el lago Wakatipu y todo lo que está en el suelo como se hace muy pequeño. Cuando por fin llegas a Bob´s Peak las vistas te dejan sin palabras, el precio del billete es para todo el día y hay un complejo con bares y restaurantes, pista de karts sin motor, puedes practicar parapente, ciclismo de montaña, bunging y un largo etc, de deportes.
Pero también puedes disfrutar de la ciudad, simplemente paseando por la orilla del lago o hacer un crucero por el mismo, descansar en sus jardines y como toda ciudad del deporte que se precie disfrutar de la música de sus pubs.
Como todo lo bueno se acaba pronto, llego la hora de volver a Christchurch para nuestro vuelo de regreso, pero no sin visitar algunos de los lagos mas bonitos de la isla sur como el lago Pukaki con ese color de agua que todavía viendo las fotos me emociona y el monte Cook a lo lejos o el lago Tekapo también con los Alpes neozelandeses o Alpes del sur al fondo.
Con estas imágenes en la cabeza vuelta a Auckland.



Último día en New Zealand
No sé si os pasa como a mí, pero el último día de viaje tengo sentimientos encontrados, por un lado, volver a casa, la zona de confort, los amigos, la familia, tu casa, pero a la vez tengo esa sensación de que algo tuyo se queda allí y aunque siempre piensas que algún día volverás sabes dentro de ti que no va a ser así y en este caso, sobre todo.
Mis anfitriones se esmeraron mucho para que mi último día fuera muy bonito y aunque me sentía triste lo recuerdo como un día alegre, me llevaron a visitar algunos sitios que me faltaban por ver, comimos fish and chips en un parque, probe un helado de las furgonetas con música que van por las calles y cenamos sushi en un restaurante, y lo mas importante de todo “mi inglés mejoró mucho”.



THE END
Esperamos que te haya gustado el relato que nos ha contado Nuria, todo una experiencia a la hora de aprender inglés.
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